UN SUEÑO DE OCTUBRE 2006

   Mi cuñada Blanca nos regala a la familia el león de un amigo suyo de Hendaya. Ese león lo conocía yo de la casa de mi madre, en Amara.

   Lo tenemos en una habitación pero escapa y nos encerramos en otra habitación. Finalmente el león sale a la calle.

   Estamos en el parque de Cristina Enea y  de pronto vemos al león por el paseo bajo del parque. Nos queremos encerrar en la casa que hay en  dicho parque para escapar pero no hay puertas y se colocan unos paquetes de parapeto, queda demasiado espacio sin tapar, menos mal que vuelve mi hijo Guillermo que tiene móvil, porque nadie quiere llamar desde el suyo por no gastar, lo malo es que primero quiere terminar de hablar con su amigo Diego.

   Cuando llama al 112, un hertzaina gordo (?), como sudamericano (?), no se cree la historia y hace burla de ella, sigue sentado en su silla echándose hacia atrás (?).

   Me desperté y esto es lo que escribí medio dormido.